En esta oportunidad deseo tocar el tema de la
dignidad humana, como valor y como derecho, para relacionarlo con el respeto,
consideración y mejor trato que merecen las personas, ubicándonos al interior
de algunas empresas, en donde tales conceptos, parecen ser desconocidos.
Comencemos
por establecer que la dignidad humana es una condición inherente al ser humano,
propia de él y que todo ser humano es en sí mismo digno y merecedor de respeto.
Es el valor
intrínseco y supremo que tiene cada ser humano, independientemente de su
situación económica, social y cultural, así como de sus creencias o formas de
pensar.
“El valor del ser humano es de un orden superior
con respecto al de los demás seres del cosmos”.
Por otra
parte, es la necesidad emocional que
todos tenemos de reconocimiento público por la autoridad, personal, amigos,
familiares, círculo social, entre otras, de haber hecho bien las cosas.
“La
dignidad humana como condición del ser humano, es el hecho de acceder sin
ningún costo a los derechos y a las
obligaciones que poco a poco, se van generando con el paso del tiempo y de
acuerdo a las condiciones sociales en las que normalmente se mueve por el hecho
de estar o pertenecer a un grupo social; esto implica pues, un respeto mutuo de
sus derechos como lo son a tener una vida digna, con un honor, con una buena
reputación, sin ser de ninguna manera objeto de ultrajes o humillaciones”.
Toda
persona es diferente. No hay dos seres humanos iguales. Los gemelos en lo
físico podrán tener muchas similitudes, pero en lo intrínseco son bastante
diferentes.
La
diferencia en pensamientos, ideologías, comportamientos y actitudes entre las
personas siempre serán diferentes, aunque compartan algunos aspectos del orden
de ideas expuestas.
El libre
albedrio nos permite ser libres. Podemos ser lo que queramos ser.
Aunque no estemos de acuerdo con los demás, el respeto a la dignidad
humana obliga a ser tolerante como una forma de generar unas relaciones de
confianza.
La
disimilitud en todos los campos es lo que hace la vida interesante y es la que
invita al desarrollo y al cambio permanente en la sociedad, haciéndola
productiva, constructiva y prospera.
El ser
humano debe ser respetado por derecho propio. Ante Dios somos iguales, aunque
el hombre haya creado diferencias sociales y prejuicios en todos los sentidos.
Todos queremos que se nos trate como personas
y se nos reconozca la individualidad.
Todos queremos que se respete nuestra cultura
y lenguaje.
La dignidad humana es un derecho y
como tal aplicable a todos los seres humanos, por igual.
Mujeres, homosexuales, discapacitados,
diferentes grupos étnicos y raciales, etc., todos hacemos parte de la sociedad
y todos merecemos respeto.
La mejor forma de entender esta
situación es haciéndoles a los demás lo que te gustaría que te hicieran a
ti, que en este caso se presenta en contrario a como normalmente lo
conocemos: No hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti.
La dignidad
refuerza la personalidad, fomenta la sensación de plenitud y satisfacción.
La dignidad
humana no se concede, nos pertenece por derecho propio, por la sola razón de
nacer.
El buen trato
para con nuestros congéneres debe estar ubicado dentro del más rígido marco de
respeto. Esta acción por sí misma “ahuyenta” la discriminación, humillación y
maltrato, acercándonos cada día mas a tener sentido de justicia.
Las personas de éxito han reconocen la
importancia de reconocer la dignidad humana como un importante pilar de su
liderazgo.
Como valor
humano, la dignidad se nos presenta como un llamado al respeto
incondicional y absoluto, un respeto que debe extenderse a todos los que la
poseen: a todos los seres humanos.
Todo ser
humano es en sí mismo digno y merecedor de respeto
Gerencia y clima organizacional
El papel de la gerencia en la creación
de un clima organizacional adecuado, en el que las personas se sientan
apreciados y bien tratados con resultados conocidos de un mejor rendimiento, es
fundamental.
Cuando las personas sienten que se les
respeta y se les trata como personas, el buen clima existe y está ausente donde
la gente siente que es apenas un número.
La gente rara vez funciona bien, ante
la intimidación. Es mucho más efectivo mostrar a sus empleados que usted
también es un ser humano.
No grite. No vocifere. Hay que
instaurar el tono justo para que se produzca el respeto y la comunicación
abierta.
El trabajo es lo más importante en la
vida de las personas. Quieren verse comprometidos quieren sentirse desafiados y
exigidos. No quieren que sus opiniones sean ignoradas y mucho menos que
cualquier error, humano por sí, de lugar a actos de humillación y maltrato.
“Lo que la gente quiere es un
sentimiento de importancia, un sentimiento de impacto, un sentimiento de
influencia”. (Ray Stata, de Analog Devices inc.)
¿Cómo crear el sentimiento; dándoles
poder, desafiándolos, involucrándolos en el planeamiento de la organización.
Que la gente tenga tareas y
obligaciones que sientan como adecuadas a sus capacidades y tal vez exigirles
un poco más allá de sí mismos.
Para lograr el éxito en este ambiente
tan variado, es absolutamente esencial llevarse bien con todos, sea cual fuere
su cultura o su origen.
Lo que importa es tratar a la gente
con respeto, recurrir a pequeñas cosas como dar los buenos días o dar las
gracias.
¿Cómo logramos la cercanía de la gente?
dando muestras de respeto y comprensión, de dignidad, a la gente que trabaja
con uno, reconociendo que se trata de seres humanos que tienen una existencia
fuera del ámbito del trabajo.
Las personas creen que su organización
se preocupa por ellas y comprende sus necesidades, son las mismas que con
seguridad van a responder trabajando mucho y tratando de alcanzar los objetivos
de la organización.
Reglas básicas:
1.
Póngase en el lugar de la otra persona
2.
Trate a los empleados como a colegas.
3. Comprometa a la gente. Desafíelos. Invítelos a
contribuir y aliente esa cooperación.
4.
Respete su dignidad
¿Por qué tantos gerentes a pesar del “poder” que tienen,
caen en el hábito de disminuir a los demás, de gritar a la gente que trabaja
con ellos? : Baja autoestima
La parte más importante de la
motivación es tratar de ligar la tarea con el individuo de tal manera que se
convierta en un verdadero desafío.
El respeto, el mejoramiento y el
crecimiento constante en el desarrollo de las capacidades son, finalmente, los
elementos más importantes para motivar a la gente.
Trate bien a la gente, trátelos como
iguales y comprométalos en un proceso de trabajo en equipo.
Demuestra
su dignidad por su capacidad de ser virtuoso en sus actos.
A su vez,
una persona digna puede sentirse orgullosa de las consecuencias de sus actos y
de quienes se han visto afectados por ellos.
Recordemos
que la Dignidad no se otorga, se respeta. No existe poder humano que deba
pensar siquiera en desconocer la dignidad de las personas, como un derecho
propio.
Pero, no exagere. Un exceso de aplicación de
los aspectos relacionados con la dignidad puede fomentar el orgullo propio,
pudiendo crear la sensación al individuo de tener derechos inexistentes.
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