Una investigación realizada en la Universidad de British Columbia señala que contrario a lo que se cree, la experiencia muestra que los jefes que infunden miedo son más influyentes en sus empleados.
Para llegar a la cima en el trabajo es mejor ser
temido que querido, según una investigación realizada en la Universidad de
British Columbia (UBC, por sus siglas en inglés), en Vancouver, Canadá.